miércoles, 15 de enero de 2014

Cambio de planes...

 
 Está claro que en la vida pasan muchas cosas, día a día, vamos y venimos de un lugar a otro, vivimos rápido, y dejamos de ver el trasfondo de lo que nos ocurre, porque nos quedamos con lo "esencial"... que muchas veces ni lo es así, es sólo un sesgo más. 

     Cambiar de planes, hacer "borrón y cuenta nueva", empezar desde cero, son procesos que no son fáciles. Nadie está preparado, y menos cuando pasa de un día para otro (fast, flash); eso al menos me pasó a mi. 




     Después de la bendita PSU, tenía claro mi norte: ¡Voy a estudiar Psicología! Eso me propuse, me costó mucho tomar la decisión. Pasó el tiempo, llegaron los puntajes, y la verdad confiaba en mi, estaba tranquilo. Al momento de verlos, y percatarme que no eran malos, empezó la larga búsqueda de encontrar una universidad, y la verdad es que es bastante complicado. ¡Muy! Estaba informado eso sí, sabía más o menos dónde podía elegir, y con puntajes en mano es mucho más fácil. Me matriculé en la Universidad Católica Silva Henríquez, rostro conocido para mi (misma congregación, amigos adentro, gente conocida), y la verdad estaba muy emocionado, pero sentía que a pesar de la felicidad de mi familia, amigos, conocidos, a mi en especial, me faltaba algo. Estaba feliz, pero sentía un vacío importante. 

     Dejé todo tal como estaba, y no había día en que no mirara la web de la UCSH, ver la malla, buscar información, leer sobre psiconanálisis, y me daba cuenta que me gustaba... pero no me fascinaba. De igual forma, me dejé llevar por lo típico que se dice en estos casos: Cuando yo esté adentro, le voy a encontrar el gustito a esto. ¡Falsooooooo! 

     Pero como en la vida hay que dejarse sorprender por lo tragicómico, en mi historia a lo "Maldita Lisiada", no podía faltar el clímax, punto de quiebre, conflicto. Iba entonces, muy tranquilo por la calle, a lo Francisca Valenzuela, y recibí una noticia muy a lo telenovela venezolana, que me dolió en todo mi cora (ahora los jóvenes en vez de decir corazón, dicen CORA); ¡No me aceptaron las becas, ni el CAE! 

      Quedé impactado, negro, carbonizado, y eso por decir lo menos, tuve una crisis existencial de diez minutos, se me bajó la presión y eso es poco. En verdad no sabía cómo reaccionar, no dije nada por un largo rato. Osea, ya estaba matriculado, ya nada podía salir mal, era todo perfecto en mi mundo de sueños y caramelos. Pero vino la bruja del cuento y me pinchó el globo, y me sentí todo un "Floriciento"

      La impotencia se apoderó de todo mi ser, fucking lucro, fucking sistema y demases. Pero después, dije: Carlos, no está todo perdido, y acá es donde empieza el nuevo giro a mi vida, a lo guión de Cris Morena. 

     Desde siempre tuve un gusto increíble por las Letras y el Arte en general, amo leer y escribir. Son cosas que ya son parte de mi vida, no puedo vivir sin ellas, son mi base del prisma. Para mi la Literatura, no era una opción, siempre que me hablaban de ella, decía que no. Pero, ¿a quién podía engañar? A mi mismo obviamente. Siempre quise escribir guiones de teleseries, series de TV, películas. Siento que el mundo audiovisual es un canal que necesita nuevos aires, con ideas que refresquen, ese era mi propósito. José Ignacio Valenzuela, desde que lo conozco es uno de mis referentes, guionista y escritor y persona, sentía que quería ser como él, viviendo mi propia historia, con mis propios bucles. 

     Es por esto que de igual forma, ya estando matriculado, postulé al sistema del DEMRE, y como primera opción puse Licenciatura en Letras (Literatura) en la UNAB. Bueno mi sorpresa fue mayúscula, cuando vi el resultado y había quedado preseleccionado. Y aquí, es donde entendí que no se puede escapar del destino. Por más que quieras ocultarte, no puedes dejar de enfrentar para aquello que te haces digno. Creas o no en el destino, es tu realidad. Ahí es donde comprendí cuando mi profe de Lenguaje me dijo por dos años seguidos: Acéptalo, vas a estudiar Literatura. Por más que negué como todo un adolescente superfluo, hoy me doy cuenta que es mi realidad, mi mundo, en el cual siempre estuve inserto. 

     Llegó la hora de vivir el Arte, y qué mejor forma que estudiarlo. Profesión de día, escritor de noche. Tengo nuevos sueños y extrañas sensaciones, pero el vacío... ese vacío que estaba antes, hoy no lo siento. Nuevos comienzos, con sorpresas, y una de ellas es que estudiaré gratis. Acá vamos, con todo, una vez más. Pero la felicidad a flor de piel me hace recordar que puedo tener otro lugar en el mundo. Uno propio.

AMERICAN DREAM: Back to zero, here we go again. Racing down into oblivion. I can feel it coming to the end.

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