Oficialmente he vuelto a mi único lugar de tranquilidad y relajo: mi blog. Creo que acá es mi espacio donde puedo ser y hago lo que se me da la regalada gana. Recapitulemos; entré en marzo a estudiar Literatura, en la universidad más comentada del último tiempo: la Andrés Bello. Típico que a uno cuando le hablan de esta universidad como que uno piensa en puros niños hijos de papá; y uno no se equivoca en todo caso, hay de todo.
Entrar a la universidad ha sido un cambio bien drástico en todo sentido; salir del colegio y entrar a este mundo tan diferente -da miedo, o al menos eso sentía-; en términos bien parciales me fascina la carrera, y siento que no me equivoqué en elegir. Y cuando muchos me decían que yo podría estar estudiando Teatro, Canto popular o Psicología, en vez de Litetratura, creo que no se equivocan; me di cuenta que soy muy afortunado, tengo muchos talentos que he desarrollado en tiempo. Pero con los libros siento algo especial, amo el Arte en muchas de sus formas, y lo bueno es que entré joven a este mundo, por ende tengo mucho por hacer.