viernes, 29 de noviembre de 2013

Salesianos Alameda: ¡GRACIAS POR TANTO!

Foto de mi último día de clases.

     El día de hoy he terminado mi enseñanza media en el Centro Educativo Y PASTORAL Salesianos Alameda. Muchas emociones, un momento hermoso en mi vida, y no me canso de decir GRACIAS POR TANTO. Es el fin de una etapa, el comienzo de otra, pero siempre seré Salesiano, y quiero seguir ligado a ese colegio que me abrió las alas y me hizo ser esto que soy ahora. Fui favorecido de poder cantar, recibir un premio y además dar el discurso en representación de mi generación, lo que conmovió a muchas personas. No tengo más palabras, sólo agradecer a tantas personas. 

Querida comunidad escolar: Señor director reverendo padre Juan Bustamante, Señor rector Walter Oyarce, Comunidad Salesiana, profesores, asistentes de la educación, padres y apoderados, invitados, queridos compañeros: 

     Qué nostalgia comenzar estas palabras saludando a todos ustedes, aún compañeros, en esta instancia de despedida. Y es que hoy como bien sabemos es una fecha especial; dejamos Salesianos Alameda, la casa que nos amparó durante este periodo escolar. Prontamente empezamos a caminar por otro sendero, un camino distinto, nuevo y esencialmente propio. Es así, como las miradas están puestas en estos protagonistas que bajan el telón. 

     Es difícil hablar sobre lo que ha pasado en este ciclo, cada uno tiene una percepción distinta. Recordar, es volver a pasar por el corazón, dijo una querida profesora, en uno de sus buenos días, y eso es algo que haremos de ahora en adelante: recordar nuestra estadía en Salesianos Alameda. Dicen que cuando uno entra a este colegio por primera vez, viene de la mano de María Auxiliadora, quien te acompañará a lo largo de la travesía en esta casa Salesiana. ¡Nuestra casa! ¡Nuestra segunda casa! 

     En cada uno de nosotros, existe en estos momentos, una mezcla interminable de sentimientos y emociones. Es así, como llegamos al final de este camino, dejamos este lugar, un hogar que nos vio en nuestros mejores momentos, como también en los peores. Una morada que nos acogió y nos entregó las armas para poder defendernos en lo que escojamos. Sabemos que es fundamental reconocer, que en este proceso fuimos capaces de construir una identidad, la persona que queremos ser, de aceptarnos con nuestras virtudes y debilidades. Aprendimos que superar los obstáculos es algo recurrente en la vida; pero sin duda alguna, lo más importante, es que aprendimos a creer en nosotros, a escuchar nuestro corazón. Padre director, Salesianos Alameda es más que “una escuela que acoge y una parroquia que evangeliza”, que forma “buenos cristianos y honestos ciudadanos”; nuestro Salesianos es una familia. Una familia que hoy dice adiós. 

     Debemos sentirnos agradecidos por haber formado parte de esta comunidad, por haber conocido a personas con tanto coraje y pasión como son los profesores, a quiénes debemos buena parte de los conocimientos que fueron entregados, y de la formación valórica recibida. Compañeros, con los cuales aprendimos lo importante que es vivir en tolerancia, amistad y empatía. Personas que estuvieron para tendernos una mano en todos estos años. 

    Hay un momento, un segundo, contundente, en el que todo ese sinsentido que llevamos dentro desaparece, se evapora, y el corazón grita “gracias”, porque lo importante es dejar esta casa con una sonrisa, porque si aprovechaste tu estadía en este lugar, entonces está claro que ya no eres el mismo que entró, al que está por salir en unos momentos más, porque algo más cambió en ti más que ese niño, travieso e inmaduro que aún llevamos dentro. Si fuiste capaz de abrir tu corazón, y ver tu realidad de otra manera, de ser consecuente contigo mismo, de ser sincero ante los demás, entonces, aprendiste lo fundamental de este ciclo: crecer. Crecer como personas, superarnos cada vez más, dar hasta el último segundo del día para ser alguien distinto, hasta caer y decir: ¡Lo conseguí! 

     Desde nuestra generación que hoy dice adiós, queremos agradecer a cada uno de ustedes por escuchar estas palabras, en donde intentamos reflejar lo que fue este ciclo para nosotros. Hoy tenemos una gran tarea: el ser capaces de llevar a cabo nuestros sueños, conscientes de lo que somos y de lo que aprendimos. Como se dijo anteriormente gracias por tanto, a cada uno de los profesores, compañeros, personal del colegio, papás, mamás y apoderados. Infinitas gracias a nuestras familias, que mantienen en nosotros la esperanza de superarnos y ser una persona que aporte a esta sociedad. Gracias a todos los que hicieron posible esta instancia, y también felicitaciones a cada uno de nosotros por creer en sí mismo, en que el camino si bien era difícil, no era imposible de llegar. 

     Finalmente, compañeros, es tiempo de despedirnos, y las despedidas son promesas de reencuentros, y los finales son posibilidades de nuevos comienzos. Finales y comienzos, partidas y llegadas, son solo momentos de un viaje. Tener un buen viaje es todo lo que uno puede desear. Llegamos al final del viaje, es hora de despedirnos. Éxito en lo que se propongan, y nunca olvidemos que la autenticidad de un estudiante salesiano, se construye para aquello que se hizo digno. 

Muy buenas tardes. ¡Qué nos volvamos a ver! ¡Gracias por tanto!







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